Los días 15 y 16 de febrero de 2020 un grupo de 39 hermanas se reunió en la Casa Provincial para celebrar un Encuentro de formación sobre el Voluntariado en la Vida Religiosa.

De la mano de Gracia Polo, coordinadora del voluntariado San Juan de Dios, hicimos un recorrido por nuestra propia historia (Yo era, yo soy, yo seré) para introducirnos en la esencia del voluntario.

Voluntariado no es compasión, sino con-pasión: con la fuerza de mi fe doy lo mejor de mi misma. “… Dios me llama a hacer el Bien en la Tierra.” Nos insistió en la importancia de hacer bien el bien (que es diferente al buenismo), integradas dentro de una entidad, donde aportamos nuestro talento. ¿En qué soy muy buena? ¿Qué es lo que me gusta hacer? Invitación a salir de nuestro ámbito de confort, a seguir formándonos, a seguir aprendiendo hasta el final. “Dame, Dios mío, más dilatados horizontes”. Pero no se trata de ir por el mundo a pecho descubierto, sino de unirse a un equipo, de sumar talentos. “Reclutaré almas generosas que quieran servir a Dios de balde…”. Es compartir respuesta a la llamada de Dios, con otros. Para ello nos invita a diferenciar nuestros talentos de nuestros prejuicios, de manera que nuestro conocimiento nos ayude a tener criterio.

La voluntaria trabaja en el ámbito de los invisible (que es donde se encuentra una amplia realidad de nuestra sociedad). En la sociedad del placer, de hedonismo, es una llamada a hacer visible lo invisible, a que no sea indiferente, a mirar con otra mirada. ¿Nos enfrentamos con espíritu crítico a la sociedad? Desde la creatividad, la esperanza, el sentido, el amor.

En este momento puedo preguntarme: ¿Qué quiere Dios de mí? Porque Dios me tiene aquí para algo. Por lo tanto, ser voluntaria, también es un elemento de crecimiento personal.

Es posible que esa llamada sea al desierto, es decir, a colaborar con organismos no católicos, donde no somos necesariamente bien recibidos, pero donde hemos de ser testimonio.

Por la tarde, nos presentó diversas realidades de intervención, a través de varios videos, concluyendo que voluntariado no es tanto hacer, como SER, desde el Evangelio de la Misericordia.

El domingo, varias hermanas de nuestra Provincia, compartieron su tarea como voluntarias:

• Pastoral Rural: las hermanas Isabel Andrés u Carmen Argumedo.
• Atención a hermana mayores: María Barja.
• Acompañamiento en verano a hermanas mayores: Inés Martínez, Pilar Cano, Belén Crespo y Antonia Gutiérrez.
• Acompañamiento a Grupos “Amor de Dios” en los colegios: Ester Fresneda.
• Acompañamiento al Movimiento Seglar Amor de Dios: Pepita Cordovilla.
• Parroquia: Belén Rodríguez.

siguiendo el guión enviado: ¿Qué aporto como hermana del Amor de Dios al voluntariado que realizo? ¿De qué manera este voluntariado está prolongando la misión de las Hermanas del Amor de Dios? ¿Qué aspectos del Carisma desarrolla? ¿Qué me aporta este voluntariado que realizo?

GRACIAS, HERMANAS, POR VUESTRO COMPROMISO COMPARTIDO.